Práctica 12: Propuestas para el Desarrollo Competencial de la Didáctica de la Lengua y la Literatura
El 15 de mayo Pep Hernández (@pephernandez) asistió a nuestra clase para impartir un taller sobre propuestas para el desarrollo competencial de la didáctica de la lengua y literatura, cuya duración aproximada fue de cuatro horas. Gracias a este taller pudimos aprender recursos ––y descubrir experiencias–– que nos permitieron tener una visión más amplia y actualizada de la educación en Secundaria. Las competencias esenciales que se abordaron a lo largo de este taller fueron: la comprensión lectora, la comprensión y comunicación escritura, la escucha y la expresión oral. Paralelamente, se incidió, por un lado, en la importancia y necesidad del trabajo en equipo; y, por otro, en el manejo de la TIC (para lo cual se propusieron como ejemplos una exposición y actividad guiada con nuestros knollings literarios en Powerpoint). Asimismo, el profesor invitado nos clarificó la diferencia entre calificar y evaluar, dos aspectos que a menudo suelen confundirse y que deben tenerse muy en cuenta en la práctica docente. En lo que sigue se hará un resumen de cómo se llevó a cabo esta sesión. Incidiré, principalmente, en lo que me pareció más representativo.
En primer lugar, se nos formuló una serie de preguntas (a saber, ¿Cuál es la habilidad en la que te sientes más cómodo/a?; ¿En cuál te sientes menos seguro/a?). Gracias a esta dinámica pudimos reflexionar sobre las competencias que debíamos potenciar o mejorar más y sobre las destrezas y rasgos que deberían caracterizar a un buen docente. Así, llegamos a la conclusión de que un buen docente debería presentar las siguientes cualidades: empatía; dedicación o compromiso; buena comunicación ––esto es, ser un buen comunicador––; comprensión ––es decir, ser una persona comprensiva––; paciencia; versatilidad; flexibilidad; espíritu crítico (objetividad); asertividad y ser una persona integradora.
En segundo lugar, participamos en una dinámica grupal que consistió en comparar dos cuadros (Las tres gracias ––de Rubens–– y Las señoritas de Avignon ––de Picasso––). Hechas las comparaciones, tuvimos que anotar las diferencias en una ficha, intercambiara con otro grupo y corregirla. De este modo, trabajamos los aspectos que atañen a la evaluación y a la calificación, los cuales ya había mencionado previamente. Esencialmente, la atención debe focalizarse no solamente a la evaluación de los resultados, sino que, igualmente, debe repararse en la evaluación del propio proceso. Esta actividad sirvió como pretexto para que Pep Hernández, el profesor invitado, nos explicara en qué criterios se basaba ––y nos podríamos basar–– para determinar si el alumnado ha alcanzado las competencias del currículo de Lengua y Literatura. Estos criterios eran (entre otros): complejidad y uso del léxico; uso de conectores, estructura de la redacción o la relación con otras manifestaciones culturales.
Por último, Pep Hernández nos instó a participar en unos test de sintaxis en la plataforma “Apuntes de lengua”. Esta dinámica le sirvió para exponer que las TIC son un medio, no un fin en la enseñanza. En este caso concreto, ciertamente, se hace uso de ellas pero hay que saber plantear bien la actividad interactiva, pues no solo basta con que se reflejen los aciertos y fallos, sino que se debe proveer feedback, la explicación (al contrario que en Kahoot, por ejemplo).
Verdaderamente, este taller resultó fructífero porque pudimos reflexionar sobre la práctica docente de una forma más específica, pudimos detectar nuestras propias “lagunas” o carencias y aprender y trabajar habilidades con las que paliarlas, aprender nuevas estrategias de evaluación y calificación, descubrir nuevas dinámicas para trabajar en el aula de forma más competencial y, finalmente, reflexionar sobre el uso de las TIC y las posibilidades que ofrecen en cuanto a la supervisión o seguimiento del alumnado y el feedback que se puede proveer gracias a ellas.
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